lunes, 28 de noviembre de 2011

Berlusconi está triste, qué tendrá Berlusconi


Otro día más sin Berlusconi en la comida. Y es que ya van dos semanas desde que Il Cavaliere, gracias al título que le concedía la Orden al Mérito al Trabajo en el 1977, presentaba su dimisión del Gobierno Italiano.

Dicen que está escondido, que se refugia en su mansión del Bunga Bunga, ahora vacía. No consigue convocar ya las fiestas, las jovencitas perdieron interés en él. Silvio está triste. Piensa en el pasado, en sus castings de Mamachicho con Jesús Gil en la piscina y Andoni Ferreño a la cabeza de los concursos de su Tele 5. Se llevó a Natalia Estrada y la puso en sus canales, el Italia 1, Rete 4… esos que en conjunto llaman Mediaset.

Le vimos en Champions, apenado, sin su áurea habitual en San Siro, y para colmo su AC perdió contra el Barça. Qué triste está Silvio…

Piensa cada día en Gadafi, en las imágenes del libio capturado, y en cómo se lo pasaban con las chicas periodistas de uno y otro, en su jaima y las policías vírgenes…, qué tiempos Silvio, qué tiempos… Aquellas reuniones con el G8, el G20, el culo de la primera ministra danesa…

Silvio se mira al espejo, y aún ve la cicatriz del miniduomo estrellado en su cara en 2009. A ver si la gente no le quería… A ver si iba a ser verdad lo que le decían… Qué triste está Silvio…

En la últimas elecciones locales incluso apearon a la Moratti, su Moratti de la alcaldía de Milán. Pobre Letizia… ella había limpiado los canales, ponía luces de colores en la Navidad…. Y ahora había ganado la izquierda de Pisapía y los había usurpado su capital del norte. Silvio descansa, mira su prensa, “Libero”, “Il Giornale”… son suyos pero tampoco aparece en portada. Cree que puede hacer algo más. Tiene 75 años y aún es joven para sus propósitos. Giorgio Napolitano tiene 86… sólo habrá que esperar agazapado y dar el salto cuando sea el momento. De momento ya no está tan triste…



jueves, 10 de noviembre de 2011

Votar el 20 N


En el debate del otro día, al fin un puro debate con dos genios de la dialéctica y no los habituales de periodistas falsos, niñas de macramé, y top rellenos con siliconas, sentí que hacen falta realmente este tipo de episodios para cambiar el sentido de la tele. Tenemos algo en el “canal 24 horas” y el “59 segundos”, poco más, cuando en Italia, en Alemania, en Francia…, semanalmente se enzarzan dialécticamente gobernantes y opositores, y crean un sentimiento de saber, una mesa de conocimiento… no un circo de payasos.

Habla la prensa de un Rubalcaba periodista, de un Rajoy que ganó por goleada, pues mire usted, ni lo uno, ni lo otro.

A mi entender hubo un debate que se quedó corto, y al interés de Alfredo por pelear y debatir, realmente el motivo por el que se preparó todo el tinglao, respondía un líder que se prevé será el próximo Presidente, serio, tosco, y con una labia de siglos pasados, que esquivaba los golpes a base de turnos de palabra y evitaba la confrontación directa, es decir, el debate.

Cierto es que Rubalcaba atacaba y lanzaba preguntas. Preguntas que no obtenían respuesta después de dos turnos de palabra, y que Rajoy sorteaba basándose en escritos, números, cifras, siempre leyendo, pero sin muchas propuestas creíbles. El líder del PP no paraba de mirar sus documentos mientras el del PSOE nos atontaba con su parpadeo incansable, sus gestos y sus ganas por dar a entender su programa, mientras se zambullía en una programación popular muy general, que no concreta y que no lanza propuestas para no equivocarse. Pues bien, quizás haya que equivocarse para salir adelante, o al menos, habrá que obtener una sensación y demostrar a los votantes, como es éste caso, de lo que se tiene pensado hacer, punto por punto y cómo se conseguirá, y no centrar un monólogo en previsiones si se sale de la crisis y crisis, y economía y parados. Ahí, a lo único. Sigue el pleito por el matrimonio homosexual, sin palabras de subir el IVA, qué hacer con las pensiones, y guerra entre sanidad pública o privada. Confusión luego sobre lo mismo, pero educativo. Pero tú, que estudiaste en mi mismo colegio aunque bastantes años antes, ¿te crees tus propias palabras? ¿Y si no salimos de la crisis significaría que todo tu programa no puede realizarse?

Me gustó el plan de batalla de Alfredo. Me gustaron las interactuaciones y las contradicciones cuando se apelaban el uno y el otro. Esas en las que el líder gallego se plantaba y se mostraba como una pared, confundiéndose varias veces con el nombre de su oponente casi pensando que tenía enfrente a Zapatero y no a un Rubalcaba que con su amable gesto, su apariencia y sus palabras alentaba a votar a esos indecisos que piensan que ir o no ir el 20 N a los colegios electorales no cambiará su vida. Pues ahora estamos en democracia. Ahora podemos hacerlo. De una manera o la otra, ahora nosotros podemos lo que nuestros padres y abuelos no pudieron con nuestra edad: Votar.